El término cervicalgia se usa muy a menudo. Se trata de una molestia muy frecuente en la población. En ocasiones, no se sabe bien a que corresponde exactamente, ni se conoce de forma precisa todo lo que engloba. En el post de hoy te explicamos todo lo necesario para entender el término y conocer más acerca de esta dolencia.
Signos y síntomas asociados
Debido al amplio abanico de causas que nos pueden desencadenar un dolor de cuello, la cervicalgia está presente en múltiples patologías.
Otra característica importante a conocer es que otros signos y síntomas pueden acompañar al dolor de cuello. Saber los signos por los que se puede ver acompañado este dolor nos orienta hacia la posible patología que presenta nuestro paciente. Por esta razón, en clínica de fisioterapia Physos en Salamanca, ponemos a disposición de nuestros pacientes a profesionales altamente cualificados que realizan un estudio personalizado previo para adecuar el tratamiento a cada paciente.
Entre los signos más comunes asociados a la cervicalgia encontramos la cefalea o dolor de cabeza; falta de actividad o rigidez cervical; inestabilidad o mareos; vértigos; musculatura facial (bruxismo); problemas visuales; dolor de miembros superiores; dolores de hombro; afectaciones posturales y/o tendón central, afectaciones en el funcionamientos visceral sobre todo en el diafragma, pulmones, hígados y vesícula biliar.
Tratamiento del dolor de cuello con fisioterapia
Como comentábamos antes, para nosotros lo esencial es un buen diagnóstico, complementado en el caso de ser necesario de pruebas diagnósticas y de imagen necesarias. Esto nos va a llevar a conocer exactamente los síntomas de nuestro paciente y la patología que presenta. Una vez realizado un diagnóstico completo, el profesional encargado será el responsable de determinar el tratamiento más adecuado a cada paciente.
¿Qué es la cervicalgia?
La palabra cervicalgia viene del latín cervix – cuello y de algia– dolor. Así, lo que la palabra describe es dolor de cuello. Así de simple.
Por esto, realmente no debemos hablar de ésta como una patología, sino como un síntoma. El dolor es el síntoma estrella en el ámbito médico-sanitario, y el término cervicalgia no es más que la descripción localizada de este síntoma en la zona del cuello o cervical.
Por lo tanto, hablar de cervicalgia nos describe una dolencia de la zona cervical, la cual estaría dentro de una patología. Con una buena anamnesis y exploración podemos llegar a conocer las causas de ese dolor, a la vez de identificar otros síntomas concomitantes que presente nuestro paciente junto con su dolor de cuello. Es, de esta forma, como llegaremos a un diagnóstico correcto y a conocer que patología presenta. Erróneamente se suele describir la cervicalgia como una patología en sí, siendo realmente un síntoma muy frecuente.
Causas que nos orientan a la patología
En este caso, el conocer la causa de este síntoma nos acercaría a la patología que presenta nuestro paciente.
Las causas pueden ser amplias, múltiples y variadas, aunque de forma global las podemos agrupar en:
Traumáticas:
Ya sea un trauma externo que recibimos en el cuerpo, y en concreto esta zona cervical, como es el caso de un accidente de tráfico provocando un esguince cervical.
O provocado por un movimiento incorrecto o forzado que nosotros mismos realizamos, es decir, un gesto rápido, intenso y puntual que supone un trauma para esa zona cervical. También podemos incluir en este amplio grupo una mala postura mantenida que nos provoca este dolor cervical, o la realización de un gesto repetitivo con nuestro cuello.
Cuando la causa es traumática se suelen identificar afectación músculo esquelética de la zona, como espasmo muscular, presencia de artrosis vertebral. Las hernias en la región cervical también suele ser una patología frecuente de esta área. También sería posible una afectación nerviosa, provocando de igual forma síntomas dolorosos irradiados en la zona cervical (además de poder presentarse en otras zonas del cuerpo como en los miembros superiores, debido a un compromiso nervioso del plexo braquial).
En estos dos grandes grupos, que establecemos dentro de las causas traumáticas, podemos encontrarnos con pacientes con una lesión muy frecuente en la población, que en numerosas ocasiones ni el paciente sabe que la presenta, y a veces es asintomática: la rectificación cervical.
Enfermedades que afectan a la estructura ósea
Como artrosis o enfermedades reumáticas (como la artritis reumatoide).
Adaptativas
Dolores cervicales a consecuencia de adaptaciones estructurales por un bloqueo en otra parte del cuerpo. En este caso la biomecánica fisiológica se vería alterada. Nuestro cuerpo es una máquina con capacidad de adaptación y, es por eso que, puede resolver la disminución de movilidad de una zona compensándolo con el movimiento de otras. Cuando esta capacidad de adaptación se ve truncada, y deja de estar equilibrada, pueden surgir síntomas en las zonas de hipermovilidad compensatoria, es decir, a distancia de donde se inició el problema, en la zona que ha intentado compensar.
Dolor referido a la zona cervical
Dolor en la zona cervical sin que el origen de la lesión recaiga en esa zona, como por ejemplo un dolor en la zona del cuello por un espasmo (punto gatillo) de la musculatura dorso-escapular que da dolor referido al cuello. Hay múltiples causas que pueden dar dolor cervical: espasmo de ciertos músculos a distancia (zona dorsal y zona craneal) o afectación visceral que dé dolor referido cervical, son los más frecuentes.
En nuestra clínica de fisioterapia en salamanca tratamos esta y todo tipo de dolencias para ayudar a mejorar tu calidad de vida.
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